Llamar a uno de sus tripulantes
Un miembro de la tripulación de confianza, Steward, avanzó con precaución y observó al oso polar, a solo 12 pies abajo, a petición del Capitán Reynolds. La tensión palpable se sentía cuando el animal salvaje se acercaba, recordando la naturaleza impredecible de su situación y los riesgos inherentes a la confrontación con el depredador ápice del Ártico. Steward respondió con una mezcla de prontitud y aprensión cuando el Capitán Reynolds llamó por ayuda, su atención dividida entre la orden del capitán y la impresionante presencia del oso polar abajo. Steward se mostraba nervioso, una reacción humana a la imprevisibilidad de sus circunstancias, acentuada por su compromiso incierto de obtener el radio, una tarea que de repente parecía llena de importancia.
Necesitaba un radio
Reynolds dijo con una voz llena de orden y urgencia: “¿Puedes traerme el radio o quedarte aquí y vigilar al oso, informando cualquier cambio?” El enfoque de doble vía para manejar la situación se enfatizó en esta directiva: vigilancia estrecha mientras se busca experiencia externa, un equilibrio entre seguridad inmediata y solución a largo plazo. El Capitán Reynolds dijo: “Tenemos que averiguar qué quiere”, lo que provocó una reacción visible en Steward, quien palideció ante la idea de la próxima tarea. La mención de obtener el radio puso a Steward en movimiento, y su nerviosismo se escuchaba en su voz mientras se apresuraba a obedecer, comprendiendo la necesidad de hablar con otros que podrían explicar el extraño comportamiento del oso.