No puedo esperar a la sorpresa
Al llegar a Nueva York, Joel quiso ocultarlo hasta que pudiera sorprender a sus padres. No tenía espacio en casa y no quería arriesgarse a que su padre la viera. Otro amigo suyo, que era el gerente de un concesionario de coches, le hizo un gran favor.
El problema era que su padre conocía a todo el mundo de la ciudad, incluyendo este concesionario. Por suerte, su padre, que se llamaba Donnie, hizo algo realmente increíble que dejó a Joel muy sorprendido.

Quería dejar una buena impresión
Mientras tanto, Donnie escondió el vehículo y aprovechó para cuidarlo, limpiarlo y asegurarse de que todo andaba perfectamente. Mientras tanto, Joel planeaba la tan esperada sorpresa y no quería hacer las cosas a la antigua usanza. Realmente quería que sus padres se sorprendieran.
Obviamente, él quería recibieran el regalo de una manera bien especial, así que necesitaba a alguien que se asegurara de que no se enteraran. Así que le pidió a alguien muy cercano a él que se encargara de todo.