Una imagen vale más que mil palabras
Zilla estaba sin duda, creando memorias que durarían para toda la vida. Hizo muchos amigos a lo largo de este viaje y con ellos se iría de fiesta por las distintas regiones o irían a bucear en las aguas puras y cristalinas de la isla de Phuket para ver el mundo que había bajo esas aguas marinas…Todo parecía tan perfecto e idílico que parecía que ni fuese real. Pero claro, ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras, ¿no?
Manteniendo el contacto al otro lado del mundo
Mantener el contacto con su familia y amigos era un poco complicado debido a los cambios horarios y la poca cobertura pero se las arreglaban haciendo llamadas por Skype desde las habitaciones de hotel que iba visitando. La verdad que Zilla hizo un magnífico trabajo, había tenido en cuenta todo tipo de detalles y logró que sus padres nunca se plantearan que algo fuese mal o que tuvieran cualquier tipo de sospecha…