Marilyn Monroe es una de las estrellas más icónicas que Hollywood ha producido. Sin embargo, antes de convertirse en un ícono, era Norma Jeane Mortenson, una chica normal que tenía el cabello rizado y castaño. Sus perspectivas se parecían mucho a las de otras mujeres jóvenes de su época: casarse, ser ama de casa y criar una familia. De hecho, la futura actriz tenía apenas 16 años cuando se casó por primera vez, aunque este movimiento podría haber sido hecho por la desesperación más que cualquier otra cosa.
Vida temprana
Después de todo, la vida temprana que tuvo Monroe estuvo muy lejos del brillo y el glamour de Hollywood y estuvo marcada por el abuso y la pobreza. Su belleza y su talento cómico la ayudaron a romper con el pasado difícil que tenía, pero la fama también tuvo su propio precio.
Lucha bajo los reflectores
Aparentemente, Monroe tuvo problemas bajo los reflectores. Ella vio su personaje en pantalla y su verdadero yo como dos personas completamente diferentes, y hay una anécdota popular relacionada con esto. Con un pañuelo en la cabeza, paseaba por Nueva York con un amigo y se escondía de los paparazzi cuando se volvió hacia su amiga y supuestamente dijo: “¿Quieres que sea ella? Reloj.” Monroe se desabrochó la chaqueta, se quitó el chal y comenzó a hacer el emblemático puntal de Marilyn Monroe. En cuestión de segundos, los fanáticos la abordó.