Querer irse
Lily deseaba desesperadamente creer a su marido, pero no se sentía bien. Intentó incorporarse, pero enseguida se dio cuenta de que era imposible que volviera sola a casa. Estaba atrapada aquí. Tuvo que aceptar que iba a dormir aquí y que no podía hacer nada al respecto
Sin dormir
Aquella noche, Lily intentó dormir un poco, pero los médicos no dejaban de entrar y salir de su habitación para controlarla a ella y a los aparatos a los que estaba conectada. Al día siguiente, Lily se despertó sintiéndose un poco mejor, pero aún quedaban muchas preguntas sin respuesta. Y, por supuesto, echaba de menos a su marido y a sus hijos