La Reina tuvo una infancia privilegiada, pero era más normal de lo que cabría esperar
Es fácil suponer que alguien como la reina Isabel II tuvo una infancia privilegiada. Al fin y al cabo, era miembro de la familia real, aunque no estuviera destinada a ascender al trono. Su padre era hijo del rey, lo que significaba que estaban en el centro de la monarquía, pero aunque ella tuvo una infancia mejor que la mayoría de los demás habitantes del país en aquella época, seguía siendo relativamente normal. Al parecer, pasaba mucho tiempo en casa y nunca acompañaba a sus padres cuando viajaban por asuntos reales. Así pudo escapar del caos que suponían los viajes constantes y fue criada por niñeras la mayor parte del tiempo, junto con su hermana Margarita.

La Reina tuvo una infancia privilegiada, pero fue más normal de lo que cabría esperar
Ella y su hermana recibieron clases de profesores particulares
A los pocos años, los niños empiezan a ir a la escuela. Lo hacen durante toda su infancia hasta que se gradúan al final de la adolescencia. Después, siguen estudiando o encuentran un trabajo. Esto ocurre de forma natural si eres un ciudadano medio. Sin embargo, si eres miembro de la familia real, puede ser muy diferente, como demuestra la educación de la reina Isabel II. Por un lado, la monarca no fue a la escuela de niña, sino que tuvo tutores privados que les enseñaron a ella y a Margaret su educación. Fue otra experiencia que algunos podrían describir como solitaria, ya que no había otros niños con los que jugar. ¿Quizá por eso su descendencia decidió no emular su educación?

Ella y su hermana recibieron clases de tutores privados