Contenta de recibir ayuda
En este ambiente, María no pudo evitar sentirse observada, pero también se sintió aliviada de que hubiera alguien dispuesto a dar fe de su honestidad. La mujer que sostenía la carta vaciló un momento y volvió a romperla antes de arrojarla de nuevo hacia Mary.
La mujer se marchó furiosa
Antes de abandonar la fila, María la oyó añadir: “Supongo que entonces esto tiene que ser una tontería” Por supuesto, toda la situación había atraído mucha atención no deseada, y Mary se sentía el centro de atención en aquella situación. Lo último que quería era eso.