Abriéndose paso
a mirada de María recorrió el despacho en busca de pistas. Sus ojos se posaron en un calendario con una fecha marcada con un círculo y en un marco de fotos con números misteriosos. ¿Podrían ser la clave? Al recorrer la habitación, descubrió una nota que revelaba la edad del hijo del director general y un reloj con la cuenta atrás de la jubilación. Cada pista potencial pintaba un cuadro vívido, tejiendo un tapiz de posibilidades. Poco a poco, Mary fue percibiendo la aparición de un patrón, que alimentaba la esperanza de que la condujera a la esquiva combinación que buscaba.
El código descifrado
Respirando hondo, María introdujo una secuencia de números, inspirándose en las pistas que la rodeaban. Conteniendo la respiración, esperó ansiosa la revelación. De repente, un suave clic resonó en el silencio. El cajón se abrió, dejando al descubierto una pila de documentos cuyos títulos aludían a siniestros secretos de empresa. Con manos temblorosas, María los cogió, sintiendo cómo se hundía el peso de sus revelaciones.