Me puedes oir
Malcolm reunió el coraje para dirigirse a Laura de nuevo, sintiendo su impaciencia aumentar. “Disculpa,” dijo, su voz irritada, “¿me escuchaste? ¿Tienes problemas de audición? Me cambiaron a primera clase. Tengo mucho trabajo por hacer. Has desperdiciado suficiente de mi tiempo.” Laura lo miró y dijo: “No puedo moverme; ¡hay personas paradas allí!” Malcolm quedó sin palabras.
Esperando asiento
¡Muévete, señora, vamos!” dijo Malcolm. Otro pasajero comenzó a grabarlo mientras gritaba. Los ojos de Laura se abrieron de sorpresa cuando escuchó esas palabras. Ella lo confundió con otro pasajero regular de clase económica. Sin disculparse, respondió con arrogancia: “Bueno, no me voy a mover. Encuentra otra forma.””