No molestar
Otros pasajeros no parecían notar a Malcolm. Parecían estar deliberadamente ignorándolo. ¿Hay alguna forma en que esta mujer grosera no los irritó? A pesar de las educadas solicitudes de Malcolm, ella se negó a apartarse, indicando que no estaba dispuesta a acomodarlo. Permaneció en silencio, fingiendo no escucharlo.
Parado quieto
Malcolm se frustró al darse cuenta de su entorno. Las miradas de los demás pasajeros intensificaron su ansiedad. “Por favor, señora, lleva parada ahí más de diez minutos; por favor, muévase”, suplicó Malcolm. Laura se negó a moverse incluso después de que se disculpó por causar revuelo. Su falta de preocupación por su situación lo irritó aún más.