En una fría mañana de invierno, el vuelo 157 despegó del aeropuerto internacional de Roma con destino a la capital de Sudáfrica. A bordo había una mezcla de pasajeros, desde jóvenes turistas hasta ejecutivos ocupados. El piloto a cargo de realizar esta ruta era Alejandro Peña, un piloto experimentado que llevaba más de 15 años volando practicamente a diario, sin embargo nadie podría haber predicho lo que estaba por venir en una de las historias más enigmáticas de la aviación moderna.
Desvanecidos en el Horizonte
El avión despegó a las 7:20 AM y debía aterrizar en su destino 14 horas después, luego de haber transcurrido la primera hora de vuelo, Alejandro empezó a sentir lo que parecía ser una fuerte corriente de aire que empujaba al avión hacia un costado. De un momento a otro, el avión desapareció del radar totalmente rodeado de nubes. Los controladores de tráfico aéreo no recibieron señales ni comunicaciones.
Familias en Angustia
Las autoridades de la aviación emprendieron una búsqueda frenética, desplegando aviones y barcos en todo el mundo para encontrar alguna pista del avión desaparecido. A medida que las horas se convertían en días, la angustia de las familias de los pasajeros y tripulantes se intensificaba. Los medios de comunicación informaban sobre las búsquedas y las teorías de lo que podría haber sucedido con el vuelo 157.